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Google ha anunciado un importante avance en el campo de la computación cuántica con la presentación de su nuevo chip, Willow, que destaca por su potencia de cálculo y una innovadora capacidad de corrección de errores. Según los investigadores de Google Quantum AI, este chip marca un paso crucial hacia la creación de ordenadores cuánticos útiles y escalables.
El chip Willow, de apenas 4 cm², completó en cinco minutos una tarea que llevaría a los superordenadores clásicos más rápidos del mundo un tiempo inconcebible: 10 septillones de años. Este rendimiento extraordinario no solo refuerza la supremacía cuántica, sino que también demuestra avances significativos en la corrección de errores, un desafío técnico que persiste desde hace décadas, destacó Hartmut Neven, fundador de Google Quantum AI.
El chip Willow mostró una reducción exponencial de errores al aumentar el número de cúbits (unidades básicas de información cuántica), alcanzando tasas de corrección nunca antes vistas. Este logro, denominado «por debajo del umbral», es esencial para avanzar hacia computadoras cuánticas prácticas, aseguró Google en un artículo publicado en la revista Nature.
Según Neven, Willow es el prototipo más convincente hasta la fecha de un cúbit lógico escalable, una pieza clave para construir ordenadores cuánticos grandes y funcionales. Sin embargo, expertos como Carlos Sabín, de la Universidad Autónoma de Madrid, señalan que este avance, aunque notable, sigue lejos de permitir aplicaciones útiles en la práctica, ya que se necesitarían millones de cúbits físicos para realizar cálculos con errores corregidos.
La computación cuántica promete revolucionar áreas como la inteligencia artificial, la investigación médica y el desarrollo de materiales avanzados. Por ejemplo, podría acelerar el diseño de nuevos medicamentos y optimizar tecnologías como las baterías. Sin embargo, también plantea riesgos, como la posible vulnerabilidad de los sistemas actuales de cifrado, advirtió Charina Chou, directora de operaciones de Google Quantum AI.
Willow, fabricado en los laboratorios de Santa Bárbara, representa un avance que, según expertos como Peter Leek, del Instituto Cuántico de Oxford, es un brillante ejemplo del rápido progreso en el campo. No obstante, los cálculos actuales siguen siendo de uso limitado en el mundo real.
"Estamos a solo cinco años de que la computación cuántica transforme nuestras capacidades en investigación y desarrollo", aseguró un investigador independiente. Mientras tanto, Google y otras compañías seguirán trabajando en superar los desafíos técnicos para convertir esta tecnología en una herramienta funcional y revolucionaria.